Sigo buscando mi rincón...

Y todavía no logro descifrar si de verdad existe y no lo he encontrado, o si definitivamente no existe. Ese rinconcito en el cual puedo soñar despierta y llorar en silencio.
Por lo pronto me remito nuevamente a mi fiel compañera: mi almohadita. Conoce mis secretos más íntimos y esta inundada de lágrimas que no he querido derramar aún.

Me está costando tanto desconectar el cerebro por las noches. Desde que apago la tele hasta que me puedo dormir pasan un poco más de 2 horas. No entiendo. ¿Por qué sigo pensando en un futuro que no existe? ¿Por qué sigo soñando que estoy allá, pero al despertar sigo aquí? es más; ¿Por qué sigo aquí pudiendo (y queriendo tanto) estar allá?

La razón es tan simple que, esta es la hora en que no la he descubierto. Siempre me pasa, los enigmas más grandes de mi vida tienen mucho tiempo sin ser resueltos. Por ejemplo (y para distensionar un poco) ¿Por qué cuando el cielo no tiene nubes y brilla un sol espectacular, decimos que está "despejado", y cuando está lleno de nubes, no decimos que está "pejado"? Es una duda que me carcome desde mis 10 años...

Y nuevamente me desvío del tema, por que me duele tanto pensar que prefiero no hacerlo, por imposible que sea. Y quiero gritarlo todo pero sé que no debo hacerlo, y en el fondo sé que debo hacerlo pero no quiero...
Porque llevo mucho tiempo construyendo un castillo de arena que, en el momento que abra mi boca, se irá con el mar, entonces nada, prefiero seguir viendo el castillo desde lejos y en silencio sigo tragándome todo lo que debería decir (o no) y me conformo con soñar las consecuencias.

Y seguiré buscando mi rinconcito.